23 abril 2010

Corazón de Madre

Título: Corazón de Madre
Texto: Isabel Minhós Martins
Ilustraciones: Bernardo Carvalho
Editorial: Libros del Zorro Rojo

Levantarme una mañana, mirar el buzón y encontrarme con que he recibido un libro es un placer de los que recomienda el médico en dosis diarias y que se hace mayor si se trata de un libro como este.
El bello texto de Isabel Minhós tiene la misión esclarecedora de mostrar a los niños lo que hay en el interior de esa persona que les cuenta cuentos por las noches antes de arroparlos y dejarlos en manos de morfeo. Y lo hace desgranando un amplio repertorio de emociones en forma de acertadas metáforas.
El corazón de una madre sufre, brilla, canta, llora, se hiela, se incencia y se convierte en un motor de emociones y sensaciones provocadas por todo aquello que suceda al fruto de sus desvelos. Es una forma hermosa de contarles a los niños que hay una persona que vive por y para ellos, incluso cuando dejen de ser niños, y cuya vida es en gran parte la de ellos.
El texto se acompaña de las ilustraciones de Bernardo Carvalho que dan vida a las metáforas con unos dibujos que evitan caer en la ñoñería que suelen acompañar
con demasiada frecuencia a los textos en los que se habla de sentimientos.
Son dibujos en los que los personajes tienen la piel azul, roja, blanca, según sean las emociones y sentimientos que se estén describiendo en cada página, dibujos en los que no se busca representar tanto la realidad como las emociones.
Pese a estar realizados con una marcada economía en las formas son ricos en matices, más evocados que dibujados, y guían acertadamente la lectura de este libro acercándolo a los primeros lectores, e incluso a prelectores que se pueden acercar al corazón de sus madres a través de las formas y los colores antes que a través de un texto que puede ser narrado en voz alta por aquella que tantos desvelos sufre por ellos.

12 abril 2010

A la conquista de Madrid

Los seres humanos acostumbramos a pasarnos la vida pensando en el día menos pensado, en ese momento soñado en que haremos aquello que tanto deseamos, en que se cumplan nuestros sueños, cada cual con el suyo.

Yo llevo casi toda una vida soñando con el momento en que pudiera dejar mi vida en el pueblo y establecerme en la gran ciudad, en mi caso mi meca era Madrid. Siempre he acariciado la idea pero del mismo modo se ha escurrido de mis manos lo que durante mucho tiempo me pareció un sueño inalcanzable pues mi idea de la vida en Madrid iba asociada a una cierta holganza económica y alguna otra quimera inconfesable.

De ese modo, creando el obstáculo a la vez que el sueño nos apartamos del posible camino de la felicidad y la fuerza de la inercia y la rutina nos mantiene en nuestra posición, indeseada pero cómoda y segura, con la que tanto cuesta romper.

Sin embargo muchas veces el muro que nos impide seguir nuestro camino es tan sólo una hoja de papel, una barrera endeble que sólo necesita de un empujón, una leve presión para ser rota, si bien ese paso muchas veces necesita años de preparación para ser dado.

Una serie de circunstancias me ha abierto los ojos, me ha mostrado el endeble grosor de mi barrera y me ha permitido romperla, hacerla trizas y dar el paso decisivo. Así que emigro, como Juanito Valderrama pero sin hacerme un rosario con los dientes de nadie.

Sé que a los ojos de muchos puede parecer algo insignificante, algo tan sencillo como buscar un piso en alquiler y alguien que me haga la mudanza, y seguramente lo sea para muchas personas, pero para mí supone un cambio radical, era tanto lo bueno y lo malo que me retenía en la seguridad de mi casa y mi vida hecha en el pueblo que aún no me creo que lo haya hecho, pero sí, lo he hecho

Y aquí estoy, plantado en mi adorada Madrid, solo ante su inmensidad, como Paco Martinez Soria pero sin la Chivi, pero dispuesto a comerme el mundo. Que se vayan preparando las editoriales y todos aquellos que puedan necesitar un ilustrador de los mejores, un diseñador gráfico único, un cuentacuentos especial, porque voy a darlo todo, a emplearme a fondo en mi trabajo y en todos los aspectos de mi vida, porque ahora, ahora mando yo.

05 abril 2010

Animalicos

Últimamente, quién sabe por qué, al dejar la mano suelta para pergeñar dibujos me están creciendo animales en los papeles, tal vez porque la diversidad de formas y colores de la naturaleza los hace muy agradecidos de dibujar, tal vez porque aflora mi instinto más primario.
Aquí muestro una pequeña selección, con alguna sorpresa.

El primero lo he titulado "Camuflaje" por razones obvias.
El segundo es un claro ejemplar de jirafiervo salvaje, y junto a él aparece la versión del mismo que mi sobrino Ismael ha realizado, superándome sin duda.
Y como parece ser que a él le gusta dibujar lo mismo que a mí, nos planteamos un reto; Dibujar un tigre, y aquí podeis ver el suyo y el mío, averiguad cual es cual.(Click para ampliar)