15 abril 2009

Última entrevista

Pues sí, el ciclo de entrevistas ha llegado al final.
Ha sido una experiencia interesante, he entrado en contacto con grandes ilustradores de los que he aprendido mucho, pero creo que para no cansar esta debe ser la última.
Y para acabar he decidido hacerlo a lo grande, con el mejor ilustrador que conozco, con el más grande, un tal Roselino López.
Bromas aparte, he pensado que el último de los entrevistados debería ser yo mismo porque me costaba dejar un artista para el final, no quería asignarle a nadie ese dudoso honor, y pensé que yo mismo podría clausurar.

Así que estas son las preguntas que me hice y esto lo que respondí:
¿Cuál fue el detonante, aquello que te lanzó a este mundo?
Dibujo desde siempre, de forma compulsiva pero sin llegar a creer que algún día me dedicaría a ello profesionalmente, tal vez por mi falta de autoestima, tal vez por el poco apoyo que encontré. Hace unos pocos años trabajé en una biblioteca y parte de mi trabajo era examinar los libros nuevos, entre ellos los infantiles. Allí descubrí el trabajo de muchos grandes, allí supe lo que había cambiado la ilustración desde mi infancia y allí decidí que sería ilustrador.
Define el verbo ilustrar.
Ayudar a contar una historia con imágenes, guiar al lector hacia el terreno del autor del texto, indicando el camino pero sin condicionar. Así de sencillo.
¿Qué camino seguiste para llegar a tu estilo y técnica actuales?
Siempre me ha fallado la técnica, no me decidía a lanzarme a este mundo por mis problemas con el color, hasta que empecé a probar con el ordenador y descubrí sus enormes posibilidades. En cuanto al estilo, bueno, comencé de forma algo caótica, recogiendo influencias de aquí y de allí, pero poco a poco, casi sin darme cuenta, llegué a mi actual forma de dibujar, que tal vez sólo sea un paso hacia otro estilo futuro. La continua evolución es imprescindible en este trabajo.
¿Cómo te enfrentas al tan temido papel en blanco?
Suelo enfrentarme a él con alguna idea ya en la cabeza, de lo contrario empiezo a dibujar lo primero que salga y poco a poco me voy encauzando. Antes comenzaba los dibujos sin abocetar, directamente con la línea final pero ahora garabateo mucho, hago muchos borrones unos encima de otros hasta que va surgiendo el dibujo, es algo mágico.
¿Cuándo conseguiste tu primer encargo importante, y de qué se trató?
Acudí a una entrevista de trabajo cargado con mi porfolio, como sabía que no me iban a dar el trabajo me decidí a acudir a lo más parecido a una editorial que tenía a mano aprovechando que llevaba conmigo mi trabajo y me presenté en la Diputación de Ciudad Real, que tiene un excelente servicio de publicaciones, presenté mis ilustraciones y en unos días me llamaban para ilustrar mi primer libro.
¿Tu mayor enemigo? Hablando de ilustración, por supuesto.
La falta de confianza en mi mismo, mi inseguridad. No puedo con los plazos ajustados y me pierde mi facilidad para distraerme.
¿Lo que peor llevas? También hablamos de ilustración, claro.
Sobre todo que me den un plazo injusto, ajustado en exceso. A veces no puedo con lo lento que es procedimiento que sigo para dar el color, pero es el que mejor conozco.
Algo que también llevo mal es que esta es una profesión solitaria, que uno debe trabajar sin compañeros que acompañen o a quién mostrar el trabajo, menos mal que está internet y los foros.
¿Te documentas mucho? Y si es así, ¿Cómo lo haces?
Tengo una gran memoria visual, acostumbro a dibujar de memoria, y no suelo equivocarme. Pero en ocasiones, como por ejemplo cuando ilustré un libro de animales, tengo que recurrir a Internet, la gran enciclopedia del siglo XXI.
¿Cómo sería el cliente o el encargo ideal?
Alguien que me ofreciera ilustrar un álbum, con una gran historia y sobre todo un plazo razonable.
Tus maestros son…
Muchos: Rebecca Dautremer, Anna Laura Cantone, Eric Puybaret, Quentin Blake, Marta Chicote, Gusti, Oliver Jeffers, Roger Olmos, Norman Rockwell, y muchos más, así como infinidad de pintores clásicos y contemporaneos.
Sueñas con…
Vivir de esto, o al menos que no me falte trabajo pues puedo compaginarlo con el diseño gráfico para conseguir algo parecido a un salario. Pero lo importante es no dejar nunca de ilustrar.
Cual es ese libro ilustrado del que tanto has aprendido (pueden ser más de uno)
Los de Rebecca Dautremer son auténticas escuelas para mi, también aprendo con Oliver Jeffers o con Xavier Salomó (De este último he aprendido mucho últimamente), bueno, y con muchos más.
Preséntanos a tus musas
Mis dos sobrinos, algunos de mis amigos y, sobre todo, la vida a mi alrededor.
¿Alguna manía a la hora de ponerte a trabajar?
Me gusta que no me molesten ni interrumpan, me ayuda escuchar jazz no vocal y suelo tener algo para picar, otra perdición.
¿En qué momento del proceso creativo disfrutas más?
Creo que disfruto tanto cuando empiezo a crear los personajes, a darles forma y ver como nacen a la vida dibujada como cuando en el ordenador adquieren colores y formas, todo el proceso es maravilloso.
Seguro que hay algo que sea tu perdición a la hora de trabajar ¿Qué es?
Internet, la gran fuente de distracción.
¿Algún consejo para quien está empezando?
Que no lo deje ni se desanime, que no pare de llamar a muchas puertas sin miedo a parecer pesado (esto debería aplicármelo yo) que no deje nunca de aprender y que en todo momento disfrute con su trabajo.

Y esto es todo, esta vez no le pedido un dibujo al entrevistado ;) porque este blog está lleno de ellos. Que lo disfruteis.

Por cierto, he dicho que es la última entrevista, y lo pretendo, pero como no tengo voluntad, el día menos pensado me da el pronto y vuelvo a la carga.