08 mayo 2007

Una casa para el abuelo

Adquirí este libro en mi último viaje a Madrid y aún no había elaborado la crítica que se merece por estar muy ocupado, así que ya va siendo hora.
Título: Una casa para el abuelo.
Editorial: Sins entido.
Texto: Grassa Toro
Ilustraciones: Isidro Ferrer.
De un tiempo a esta parte resulta cada vez más frecuente encontrar en las librerías títulos destinados al público infantil que tratan un tema tan delicado como es el de la muerte.
Algunos intentan quitar hierro a tan delicado asunto hablando de otra vida más allá, otros intentan hacer ver a los niños que hay que acostumbrarse a vivir sin determinada persona (generalmente un abuelo), y cada cual lo aborda a su manera con mayor o menor éxito pero ninguno de los que conozco logra hacerlo de forma tan magistral como este.
Aquí se trata la muerte de una forma tan sutil y elegante que ni siquiera se pronuncia la palabra. Tan solo se cuenta como un día la familia buscó un lugar apropiado, enterraron al abuelo y siguieron su vida en una casa que construyeron encima, así, sin más, sin explicaciones, sin entrar en tortuosos jardines de los que muchas veces cuesta salir. Todo ello con una prosa sencilla, concisa y elegante.
Si a esto le añadimos las excelentes ilustraciones de Isidro Ferrer, el resultado es algo a tener muy en cuenta. Dichas ilustraciones son collages donde se muestra al abuelo dentro de su nueva ubicación bajo tierra como un personaje medio humano medio esqueleto que adopta diferentes posturas y actitudes según sea lo que su familia hace a su alrededor, como si tal cosa, como si no hubiera muerto. Isidro Ferrer usa cuanto tiene a mano para componer los collages, sencillos, con tonos terrosos, con su toque de humor, hasta conducirnos al final del libro, un final tierno, emotivo pero nada sentimentaloide ni moralista.
En definitiva, una rara avis muy recomendable para todo amante de la literatura infantil con mayúsculas.
Por cierto, el ministerio le ha otorgado el Premio Nacional de Ilustración a Isidro Ferrer por este libro. Por algo será.


4 comentarios:

An dijo...

Genial amigo, como siempre haciendo una gran labor por el mundo de la ilustración en este caso con una buenisima reseña ;)

sandra conejeros fuentes dijo...

Holas, que buena tu reseña sobre el libro. Te escribo desde Chile, y al menos por estos lados me ha sido imposible encontrar el libro.Que lastima. Lo otro, es que me gustaria saber si conoces de otros libros que traten el tema de la muerte pnesado para lectores infantiles, pues es el tema de mi tesis (estuio diseño) y no me ha sido facil encontrar material de calidad sobre el tema.

saludos !

Magda dijo...

Hola! he leido una resena y conozco las ilustraciones por la prensa polaca, me encanto el libro...
y ahora gracias a tu entiendo mas, veo mas,gracias!!!
Saludos!

Claudia dijo...

Hola, el libro es maravilloso!!!Lo tuve en mis manos en dos oportunidades, en capacitaciones docentes. Es increíble además, cómo el abuelo cambia de tamaño cuando la familia va reconstruyendo su vida, cómo utiliza tonos cálidos y fríos según lo que quiere representar, y cómo la historia familiar se representa como un fluir de narraciones que vienen desde lejos, por eso no existe muerte en realidad.